14 de febrero de 2007

Un pollo dorandose.

Crujiente hasta el aroma,

ensartado en un spiedo,

en la vidriera de una zapateria.

Un hombre entra y declara tener hambre.

El dependiente le pregunta:

¿ Cuanto calza ?

El hombre responde que 40.

El dependiente le informa que lo siente,

pero que el pollo de la vidriera le queda grande,

que la semana que viene y otras boludeces.

No hay comentarios.: