14 de febrero de 2007

Mi amiga de los sabados cuando quiere venir

Cuando le dije que tenía porros y blanca se puso tan contenta y yo solo quise liar su alegría.

Ese grito de fiesta que tiene, como me gusta.

Es como un redoble que la hace doble, bum bum de liebre, claramente de liebre, yo le alcanzo para arbusto pero la carrera es ahora o dentro de un rato, esté yo o no esté.

Entre las ramas me queda su olorcito de diferentes sudores, tan inocente que me los deja para que me mate pensando en sus velas, su armazón, todas sus esferas y sabores.

Hasta que reaparezca me la paso abrazado a sabanas, almohadas y todos los rincones que me recuerdan que estuvo y fue verdad.


Pero se va y es que despierto a que no me busca, yo le paso como si en su vida un día lloviera o hiciera mas frío. Soy un acontecimiento para histeriquear y ella lo hace tan bien y yo la quiero tanto.

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