14 de enero de 2007

El momento

Cada uno hace lo que quiere y de esa manera se incorpora al plan divino.

Como la ley de los grandes números, no se sabe quien, pero si sabemos cuantos. Cuantos morirán, nacerán, amaran, compraran el diario, patearan al perro, besaran, mataran, torturarán.

Ahora estoy pensando en el plan divino y también me estoy rascando los huevos.

Seguramente Dios ya esperaba que yo lo hiciera pero lo hice porque... que sé yo, me fumé un porro al desayuno que no tomé, hacía calor, miraba las montañas, me acosté en la hamaca del balcón, se me comenzó a ocurrir todo esto y hace dos días que no me baño.

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