No me arranques del sueño ardiente, urgente, deseosa.
No me arranques.
Más bien comproba mi existencia palpando las formas exteriores
del capullo onírico donde me encuentro.
Hundi tus manos en el líquido donde floto, como si tal cosa, haceme girar
indolente.
Levitame, lanzame suavemente inspirándome de la gravedad
que me atrae como a una manzana el fondo del mar muerto.
No te co-fundas
No me arranques
Más bien confundite entre mis puertas,
No me aduanes, no hace falta,
pero no las olvides ni escabullas.
Que te deje pasar cada vez por cada agujero no te exime del examen correspondiente.
Una vez enganchada a alguna arista aferrate para entrar vos
apoyando primero la cara contra la superficie del agua.
Confirmando el intento salta desde tus mil quinientos metros
a este pequeño barril donde te espero.
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