A saber:
Una cuna de madera blanca ya probada.
Una madre experimentada y fuerte.
Un padre apurado y alegre.
Tres hermanos siempre mayores.
Una abuela presente.
Otra ausente.
Un abuelo lejano y vivo.
Otro abuelo lejano y muerto.
Pronto dos hermanas preciosas,
mis hermanas pequeñas,
aun hoy, pero no por mucho tiempo.
Geno, que me eligió voluntariamente
como nieto,
tal vez por mis ojos.
A pesar de que no les quepa:
muchos amigos eternos.
La seguridad de que los vínculos
si no son para todo y para siempre
no son vínculos sino miedos.
La búsqueda terca del amor.
La constancia de río que la vida
siempre tuvo para mí.
Pero por sobre todo mi mirada
de eterno boy scout.
Por sobre todo mi anhelo
de ser mártir o héroe o milagro.
Estas son mis suertes,
de las que dependo
como una semilla del viento,
como una semilla de la tierra
y del agua, y del sol y del tiempo.
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