6 de mayo de 2007

La falta de proteínas

Esta semana decidí comenzar un régimen para adelgazar. Lo comencé el martes, pero solo para variar un poco. Como todos los regímenes que he hecho hasta ahora este debía ser el ultimo, el eterno, el para siempre jamás, el barco alado que me depositara en las playas dulces de la delgadez...corrijo: en las edulcoradas playas de la delgadez porque ya saben...

Pero hubo un detalle que le dio un matiz casi heroico a mi dieta: también estaba resfriado, pero muy resfriado, resfriado, resfriado, resfriado...vaya, si era un solo moco, tío. Estaba tan resfriado que si llegaba a inspirar fuerte rompía el régimen, con eso les digo todo...

Esto me genero algunas preguntas existenciales: los mocos ¿engordan? ¿Hay antigripales light? Como no obtuve ninguna respuesta y la necesitaba, se me ocurrió una idea que propuse a los fabricantes de kleenex: poner frases en cada pañuelito, por ejemplo esta: La vida es un pañuelo...y uno se encuentra con cada moco..., o estas otras: Un kleenex seco no hace verano, Habiendo kleenex el propietario no se hace responsable del uso de la manga de la camisa, El uso indebido de los kleenex produce adicción, Usar kleenex ya usados produce irritaciones nasales, No tire este kleenex, envíelo a diez personas de las que no tenga buena opinión, José Mocoverde de Cantabria no lo hizo y continua resfriado desde 1978. Uf! Les llamé como veinte veces pero no tuve ninguna respuesta, bueno a menos que considere como respuesta el hecho de que me hayan colgado el teléfono todas las veces, pero quien sabe.

Como todos los hombres resfriados sospeche una gripe en puerta así que decidí tomar medidas preventivas. Como siempre la televisión trajo la respuesta: Lo que debía tomar era un Frenadol. La publicidad era clarísima, si te gotea la nariz, se te frunce el seño y tenes cara de limón viejo olvidado en la nevera, si se te lastima aquí debajo de la nariz y te queda un bigotito a lo Hitler... lo que te pasa es que la gripe avanza y nada mejor entonces que ponerle freno, si hasta ponen un sonido de frenos chirriando en la publicidad, es que estos del marketing son la leche. Me imagine a la gripe como un camión con acoplado a punto de atropellarme y yo ahí desnudo y tiritando en la carretera blandiendo la caja de Frenadol como Vincent Price la cruz y los ajos para detener al conde Drácula. Desde esa gripe cada vez que escucho un chirriar de frenos siento como un placer morboso.

Lo que me quedo claro era el efecto secundario de Frenadol. Aparte de curarme el resfrío también mejoraría mi vida familiar. Si tomaba el Frenadol vendrían una familia que no tengo a consolarme con sus sonrisas perfectas, en una casa perfecta, sin duda camino a un perfecto trabajo que nos hiciera felices a todos.

O sea que si vives solo no te resfríes. Y si además estas justo en un régimen te las veras negras para apañarte, te lo aseguro. Es que la gripe y el régimen son compatibles solo en apariencia. En principio no tienes ganas de comer pero cuando tomas el Frenadol te viene tanta hambre acumulada entre sopitas y pollo hervido que lo menos que quieres es un cerdo relleno de pulpo a la gallega bañado en chocolate con nueces y almendras.

Así que si comienzan un régimen y esa misma semana tienen el menor síntoma de resfrío los que les recomiendo es que cojan un te caliente, una manta, el Frenadol y se tiren por el balcón sin olvidarse de consultar al farmacéutico.

1 comentario:

Unknown dijo...

jajajaja
muy bueno gordo!!!!
pero por favor ,no te tires ,la familia esa lejos pero estamos y te queremos!!!!!
besos de la cuñada preferido
isa