21 de marzo de 2008

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La traducción tierna de lo que de verdad hemos sentido.
La ignorancia que sinceramente precede al deseo.
La confesión ingenua de lo que nos avergüenza.
El poder enorme necesario para sostener la correcta mirada.
El valor que nos permite desnudarnos con los brazos abiertos.

La confianza con ojos al dejarnos caer en esos, y solo en esos, brazos abiertos.

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