11 de febrero de 2007

Mareando al feliz

Estar sentado en el salón de tu casa es siempre igual.

Siempre igual a estar sentado en el salón de tu casa.

No es muy posible que se diferencie pero a veces niebla sucede,

niebla de humos bajos que hemos fumado.

El salón de mi casa sigue siendo igual al salón de mi casa

solo que yo no estoy ahí.

Es en eso que cambia.

Yo estoy sobre las nubes mirándolo todo.

Martín y Paula jugando a ratones y vocecitas,

títeres y gorras, en mi segundo plano,

que me revoluciona pero que nunca me devuelve al solo salón de mi casa igual a.

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